Hay señales que nos pasan desapercibidas, las vemos pero no las vemos, no las tenemos en cuenta, no nos parecen señales.
Pero llega un día en el que cobran sentido y entonces te sorprende haberlas pasado por alto durante tanto tiempo o en tantas ocasiones. Ese día descubres otro aspecto de una historia pasada, o contemplas un paisaje de una forma nueva, desde otro ángulo, o con otra mirada.
Y todo adquiere otro sentido
y te das cuenta de la subjetividad de los sentidos
y de los sentimientos.
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